El Instituto Caro y Cuervo, adscrito al Ministerio de Cultura, atraviesa uno de los momentos más difíciles. A menos de 48 horas de la posesión de su nuevo director, el profesor Medófilo Medina, la mayoría de sus trabajadores que labora allí quedarán desempleados.
Este es un instituto, está conformado aproximadamente por solo 99 personas, de las cuales 12 tienen contrato de libre nombramiento y remoción, entre ellos el del director. Pero el restante está bajo la figura de provisionalidad y son ellos, precisamente, por quienes se está desatando la polémica.
El pasado miércoles, les notificaron que 82 personas se quedarán sin empleo, por cuenta del concurso de méritos que se realizó a nivel nacional y que solo habrían pasado cinco personas. Hernando Romero, funcionario del instituto desde hace 20 años, denuncia que entre los compañeros a los que le cancelaron el contrato hay personas que estaban a menos de dos años de pensionarse o que presentan problemas de salud, quedando ahora a la deriva.
Además, menos de 5 personas pasaron el examen, y son ellos quienes permanecerán en los cargos. Sin embargo, Romero manifiesta que el concurso presentó irregularidades desde un inicio. “Nadie nos avisó, nos enteramos por casualidad, un compañero entró a la plataforma y nos avisó, y después no nos dieron capacitaciones para presentar el examen como lo prometieron desde las áreas administrativas”, dijo al medio de comunicación Semana.
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