Este fin de semana el presidente Gustavo Petro firmó el polémico decreto que, jurídicamente, les permitirá a algunos de los miembros de la primera línea salir de las cárceles y convertirse en gestores de paz, por su partes la Policía empezó a retirar de su institución a los uniformados que estuvieron involucrados en hechos producidos en medio de la protesta de 2021.
El medio de comunicación Semana conoció que ya se hizo las dos primeras decisiones en contra de igual número de uniformados. Mediante la resolución 345 expedida el 10 de diciembre de 2022 por el coronel Edwin Alexander Vargas, comandante de la Policía de La Guajira, según se lee en el oficio, “ordenó retirar del servicio activo de la policía, por voluntad de la Dirección General de la Policía, al señor patrullero Abberson de Jesús Acosta”. Esto se dio, según se observa en el documento, obedece a “que la institución perdió la confianza y credibilidad del funcionario”.
Además, Acosta está comprometido con los hechos en los que resultó muerto Alejandro Zapata en las revueltas que protagonizó la primera línea en el sector de Banderas en Bogotá en mayo de 2021. Este joven se convirtió en el primer fallecido en medio de las protestas, un tema que aún no termina por esclarecer la justicia.
Por su parte Acosta en diálogo con esta revista, no entiende por qué si no hay un fallo judicial en el que lo condenen o lo responsabilicen de la muerte de Zapata, la institución, sin dar mayor explicación, lo apartó definitivamente del cargo después de llevar 11 años en la Policía “con una hoja de vida intachable”.
“Yo no maté a ese ciudadano”, aclaró el funcionario al medio de comunicación, quien dijo que tenía audiencia penal la semana anterior, pero fue aplazada. Él está imputado por homicidio, pero no condenado porque aún no se tienen la totalidad de las pruebas porque en la escena de la muerte habían varios ciudadanos, entre ellos, la primera línea.
Por lo siguiente la Policía dijo en su resolución que él desobedeció no solo estos compromisos y obligaciones, “sino que también quebrantó el juramento realizado cuando se graduó como patrullero en el cual prometió sostener, guardar y defender la Constitución y las leyes, cumplir fielmente los deberes que el grado y cargo le confieren (…)”.
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