Todos los asistentes y los invitados especiales se levantaron de sus sillas para ovacionar el acto, pero el rey Felipe VI de España se mantuvo quieto, serio y se negó a aplaudir, por esto, la izquierda española aseguró que el monarca incurrió en una falta grave y desató una verdadera polémica en España.
La espada de Bolívar que fue robada por el M-19 y que ahora reposa en la Casa de Nariño, representa la soberanía de Latinoamérica, pero el rey Felipe VI ha sido el único jefe de Estado que ha permanecido sentado en la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro.
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