El ministro de defensa, Diego Molano, sostuvo una reunión con Jaime Pumarejo, el alcalde de Barranquilla con el propósito de proteger a la población, especialmente a los conductores de buses en Barranquilla.
La primera medida instaurada fue la identificación de 51 puntos críticos donde habrá mayor presencia de la fuerza pública y el despliegue de caravanas de seguridad que incluye personal motorizados, vehículos del ejército, un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana y la entrega de 100 chalecos antibalas que van a ser destinados a las empresas de buses.
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