Un verdadero fiasco resultó ser la columna de Jorge Gómez Pinilla en El Espectador, quien, con bombos y platillos, anunció el martes en sus redes sociales que publicaría un texto llamado “La hija de Rodolfo y el hospital psiquiátrico”.
Se trata de un chisme, una mentira cruel que circulaba por todas las salas de redacción desde antes de la primera vuelta y que nadie sensato se atrevió a publicar.
Lo cierto, es que la historia cruel que difundió el columnista fortaleció a Hernández, mientras el escrito murió en manos de su propio autor. En la mañana de este miércoles, Gómez Pinilla, un implacable y ácido crítico del trabajo de algunos colegas y medios que no piensan como él, terminó publicando varios trinos y reconociendo su equivocación.
“Cuando en desarrollo de nuestra profesión cometemos un error, solo queda reconocerlo. Me equivoqué ayer al contar que Rodolfo Hernández me había llamado y que ‘lo noté preocupado’, pues con ese trino sobredimensioné las expectativas en torno a mi columna. Presento disculpas”, dijo Gómez Pinilla.
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