Si algo tiene el uribismo y el Centro Democrático es que aún sigue habiendo millones de personas que creen en el legado y las ideas del expresidente. La militancia del Centro Democrático es disciplinada y busca una unidad para todos los colombianos.
Federico Gutiérrez ha logrado atraer gran parte de la centroderecha, la mayor prueba de que sumó esos respaldos es que creció sustancialmente de porcentajes del 5 o 6% a promedios del 26%. Lo que sí es una incertidumbre es qué candidato se verá beneficiado con esos votos y ahí está la verdadera disputa. El uribismo se ha dividido en un ala más radical y otra gobiernista que defiende la gestión del presidente Iván Duque, mientras que la otra lo critica.
Cada aspirante tiene desafíos muy distintos en las cuatro semanas que faltan. Petro apostará por profundizar la polarización y Gutiérrez buscará hacerse un candidato más nacional. Hernández, a su turno, debería priorizar convencer a Fajardo de dar un paso al costado, pero este último no parece dispuesto a renunciar, confiando en que el voto de opinión y el “centro dormido” lo hagan repuntar el día de las urnas.
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