
Con un triste desenlace culminó este martes la búsqueda del empresario Michel Roberto Correa. Lo encontraron tendido en la acera del parque Las Porristas, de la localidad de Kennedy, ubicado en la transversal 77 No. 7A10.
Este hombre fue reportado como desaparecido desde el día lunes 22 de febrero a la 1:30 de la tarde. Lo último que se sabía era que salió de su casa hacia el centro comercial Andino, el cual le quedaba muy cerca.
Iba a retirar una suma de dinero de un banco y, posteriormente, se encontraría con una persona. Sin embargo, según su familia, esta reunión nunca se concretó.
A partir de las 2 de la tarde de ese día se perdió cualquier contacto o posibilidad de comunicación, como si se hubiera despojado de su teléfono celular.
Desde ese momento su familia no paró de buscarlo, contactaron no solo a las autoridades sino que pidieron ayuda en varios medios de comunicación. También lo buscaron en hospitales y contactaron a todos sus amigos y allegados. Mientras más transcurrían las horas sin noticia alguna ,su familia entraba en desesperación.
Mientras eso pasaba la Unidad de Desaparecidos de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá asumió el caso y comenzó a realizar el rastreo así como las respectivas entrevistas.
Lo primero que se conoció gracias a la revisión de las cámaras de seguridad era que, en efecto, Correa había llegado al centro comercial Andino.
Pero este 23 de febrero a las 11:40 de la mañana, los policías del CAI de Castilla fueron alertados por una información que habría ingresado a través de una llamada a la línea de emergencia del Distrito 123.
Yo lo vi deambulando por el lugar y, de pronto, escuché la detonación
Se notificaba a las autoridades que se había escuchado una detonación como de una arma de fuego y que el ruido había provenido de un parque conocido como Los Porristas , ubicado en la trasversal 77 No. 7A10 del barrio Castilla, de la localidad de Kennedy.
Cuando los oficiales llegaron al lugar encontraron a un hombre tendido en un camino de asfalto del parque, muy cerca del césped. Tenía una herida causada por un arma de fuego. Se presume que el tiro ingresó por la mandíbula pero eso será estudiado de forma más rigurosa.
Su vestimenta coincidía con la que había descrito su familia: un jean azul, zapatos de color café, y una chaqueta. A su lado había un arma de fuego y junto a sus piernas una maleta de color azul.
Luego vi a este mismo hombre tirado, y a su lado había un arma de fuego
El hombre fue trasladado de forma inmediata a la clínica de Occidente por los policías quienes tenían la esperanza de salvarle la vida.
Pero cuando arribó al centro de atención en salud ya no tenía signos vitales. Aunque los médicos trataron de reanimarlo, ya no se pudo lograr nada.
Todavía es prematuro establecer las causas de la muerte del empresario. El cuerpo tendrá que ser trasladado a Medicina Legal para que le realicen los procedimientos respectivos en estos casos.
Por ahora solo se cuenta con los testimonios de algunos testigos, residentes de un conjunto aledaño quienes lo vieron caminando de forma extraña por el parque.
«Yo lo vi deambulando por el lugar y, de pronto, escuché la detonación. Luego vi a este mismo hombre tirado, y a su lado había un arma de fuego», dice uno de los vecinos del sector.
Ahora cursa una investigación en la que se determinará si alguien más participó en la muerte Correa, un empresario que manejaba su negocio como independiente y que, de forma paralela, presidía la Fundación Casa Grau, una entidad sin ánimo de lucro que fue creada en el año 1996 por el propio maestro.
Desde el fallecimiento del artista, Correa y la Junta Directiva se habían hecho cargo de su legado, el cual consta de la casa donde vivió y trabajó sus últimos 20 años. Fue restaurada por el Ministerio de Cultura de Colombia en el año 2007, en el año 2008 se inaugura y se convierte en el Museo y Centro Cultural Casa Grau.
Hoy la familia del empresario, que tenía solo 44 años ,vive un drama y espera que pronto se puedan establecer las causas de esta lamentable muerte. Correa deja tres hijos.
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